Con numerosas posibilidades tanto en verano como en invierno, la Estación de Port del Comte es un centro invernal que se construyó a principios de los años 70 en el Prepirineo Catalán. Su situación estratégica, a poco más de una hora en coche de Barcelona, lo convierte en una de las mejores opciones para los amantes del deporte blanco y las actividades de naturaleza y montaña. A pesar de ello, es un centro invernal poco masificado, por lo que se convierte en un lugar idóneo para descansar unos días o disfrutar del deporte blanco con la mayor comodidad.
Pistas para todos los niveles en Port del Comte
Port del Comte (Puerto del Conde) cuenta con 37 pistas para todos los niveles, desde la cota 1.700 hasta los 2.400 metros. En total, unos 50 kilómetros esquiables donde la nieve está presente durante la mayor parte de la temporada gracias al trabajo de sus 256 cañones de innovación artificial. 16 remontes completan las instalaciones de Port del Comte.
La estación está construida en medio de bosques de pino negro, vegetación característica de alta montaña, lo que le da un encanto especial. Además, numerosos caminos y senderos se combinan con las pistas, haciendo de cada bajada una experiencia diferente. Es un complejo de carácter familiar, que cuenta con pistas anchas y con pendientes para todos los niveles, con buenos espacios para debutante y, al mismo tiempo, pistas negras para los esquiadores expertos.
En este centro invernal encontramos tres escuelas: Port del Comte, Prepirineo y La Bòfia, junto a los clubes Port del Comte, Solsona y La Coma.
Abierto durante todo el año
La estación dispone de Jardín de Nieve y un amplio catálogo de actividades, como trineos, snake gliss y tubbing. Ofrece servicios como alquiler de material, fotografía en pistas y distintos puntos de restauración. Además, tiene circuito para raquetas y un parque de aventura en los árboles, con tirolinas y otras actividades, abierto durante todo el año.
Port del Comte pertenece a la Comarca del Solsonès, también conocida como la comarca de las mil masías por ser estas construcciones tradicionales las que marcan su paisaje. El patrimonio natural de la zona se convierte en su primer tesoro, por lo que el aprèski en esta estación está inevitablemente unido al turismo de naturaleza. Con especial atención a la gastronomía de la comarca, basada en productos autóctonos como las setas o la caza. Y sin olvidar los buenos caldos, tarjeta de visita de una comarca históricamente vitivinícola, que se pueden degustar en los numerosos restaurantes repartidos por los pueblos del valle.
Aprèski cultural para completar la escapada a Port del Comte
Una completa red de alojamientos, para todos los gustos y bolsillos, es otra de la razones para visitar Port del Comte. Desde hoteles con spa hasta camping, la oferta es muy amplia. Un paseo por el Solsonès barroco, el conjunto monumental románico de San Esteve de Olius o el Museo Diocesano ubicado en el Palacio Episcopal de Solsona ponen el toque cultural a un buen plan que complete nuestra escapada a Port del Comte. Torres, castillos, serrerías, molinos y masías hacen de cualquier recorrido una verdadera experiencia para los sentidos que, en determinadas épocas del año, nos devuelve a siglos atrás.
Si podemos disponer de más días, las salinas de Cambrils (de las pocas salinas de montaña de Cataluña) y su historia también merecen un vistazo. Y por supuesto, son de visita obligada los pueblos de San Lorenzo de Morunys, Coma i la Pedra y Guixers, el alma de la Vall de Lord. Por último, el Zoo/Refugio del Pirineo es la última parada que el visitante debe tener en cuenta cuando llega a este territorio.