Valdezcaray es la estación de esquí de La Rioja. Está situada en un punto estratégico para la práctica de los deportes de invierno. Próximo al País Vasco, Madrid, Navarra y Aragón, este centro invernal es el preferido por numerosos aficionados que huyen de la masificación y buscan un plus de tranquilidad.
Valdezcaray se construyó a mediados de los años 70 del siglo pasado
La estación riojana se construyó a mediados de los años 70 del siglo pasado. Actualmente, cuenta con 26 pistas de diferentes niveles de dificultad -que suman otros tantos kilómetros esquiables-. En los últimos años, se ha realizado un importante esfuerzo en la modernización de las instalaciones, lo que ha dado paso a una red de 112 cañones de nieve artificial abastecidos con una balsa con capacidad para 50.000 metros cúbicos de agua. Una instalación que garantiza la innivación de 13 pistas (un total de 8 kilómetros).
En este contexto de mejoras, la estación ofrece un completo sistema de remontes: un telesilla desembragable de 6 plazas, tres desembragables de 4 plazas, tres de pinza fija de 4 plazas y 3 telesquís para iniciación.
Los servicios que ofrece Valdezcaray
Valdezcaray es una pequeña y acogedora estación construida en el monte San Lorenzo y cobijada por la Sierra de la Demanda, en el Sistema Ibérico. Pero, no por ello, carece de los principales servicios: Restauración, centro médico, alquiler y reparación de esquís. También tiene su sede en las estación la Escuela de Deportes de Invierno de Valdezcaray. El centro está especializado en esquí alpino, snowboard, telemark, esquí de travesía y tecnificación.
En la misma estación, existen tres cafeterías donde reponer fuerzas: a pie de pistas, en cota 1.620 y en cota 1.800. Una oferta gastronómica que se completa con los establecimientos de hostelería de los pueblos más próximos, con una cocina muy afamada y donde se pueden degustar vinos de prestigio internacional. Además, cuenta con ludoteca para niños de 4 a 11 años. Ello supone un valor añadido para el público familiar.
Y en el aprèski…
En cuanto al aprèski, la situación priviligiada de Valdezcaray ofrece numerosas propuestas que responden a todos los gustos: desde turismo activo, hasta turismo cultural o gastronómico. Las aldeas que surgen en el Valle del Oja conforman un paisaje de lugares especiales, donde la naturaleza y la tradición se convierten en las grandes protagonistas. Y localidades como el propio pueblo de Ezcaray, Zorraquín, Ojacastro o Valgañón se convierten en el mejor plan para terminar una jornada de esquí. En este sentido, merece mención especial el Monasterio de San Millán de la Cogolla, fundado en el siglo VI y Patrimonio de la Humanidad desde 1997.
En definitiva, la estación de Valdezcaray es, por su accesibilidad y su situación, uno de los enclaves que no pueden faltar en la agenda del esquiador.
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