Cuando los días comienzan a alargar llega el mejor momento para que, quien todavía no lo haya probado, se pueda plantear aprender a esquiar. Se tiende a pensar que hay una edad para todo; pero lo cierto es que con responsabilidad y adaptándonos a nuestra propia forma física y a nuestro ritmo, aprender a esquiar puede resultar una actividad muy gratificante. Tanto si hablamos de niños, como de adultos. Lo fundamental es que las primeras experiencias con la nieve sean divertidas, estimulantes y enriquecedoras, si quieres disfrutar de tus primeras experiencias en la nieve, puedes buscar el destino que más te guste en planesqui.com, con las mejores ofertas de esquí de hotel+forfait.
Para ello, es fundamental tener en cuenta unos consejos muy básicos.
Aprender a esquiar de niños
Lo primero, hay que distinguir si hablamos de niños o de adultos. Para los pequeños, lo mejor es plantear el aprendizaje como un juego. Lo importante es que se diviertan. Ya habrá tiempo para que perfeccionen su técnica. Por eso, es fundamental, en primer lugar, un equipamiento adecuado en el que prime, sobre todo, la seguridad a la hora de esquiar. Un casco, sobre todo en las edades más tempranas, es fundamental. También lo son las gafas y los guantes. Y el resto de la ropa: siempre debe abrigar, pero de forma adecuada a la temperatura de la jornada y permitiendo en todo momento la máxima movilidad en la pista.
Por supuesto, unas botas adecuadas son indispensables. No importa perder mucho tiempo en la elección, ya que una decisión precipitada puede convertir en un desastre las primeras clases. Y no se puede olvidar la protección solar y la necesidad de descansar e hidratarse continuamente.
Por otra parte, se recomienda prescindir de los bastones hasta lograr el equilibrio en el descenso. Todo ello, en conjunto, hará que los primeros contactos del pequeño con la nieve resulten todo un éxito.
Los expertos estiman los cuatro años como la edad ideal para aprender a esquiar, si bien es más que recomendable el contacto con este deporte lo antes posible. Una buena opción son los jardines de nieve de las estaciones, donde se puede despertar la curiosidad por la nieve desde bebés. Eso sí, en cualquier caso, para que el aprendizaje sea progresivo y la experiencia resulte óptima, es necesario confiar siempre en profesionales. En las estaciones de esquí y en las distintas escuelas y clubes hay profesionales muy cualificados preparados para enfrentarse a todos los retos que supone enseñar a esquiar a niños tan pequeños.
Aprender a esquiar de adultos
Si se trata de adultos, las normas en cuanto a equipamiento y preparación son similares a las de los pequeños, si bien a partir de determinada edad deberemos tener en cuenta nuestro nivel de forma física.
Hay que tener muy claro que se trata de disfrutar, no de pasar un mal rato. Por eso, para sacarle el máximo partido a la nieve, lo ideal es que los primeros descensos se hagan de la mano de monitores especializados. Ellos sabrán valorar nuestras dificultades y resolver los problemas y las dudas que nos puedan ir surgiendo en esos primeros momentos en los que parece que no vamos a ser capaces de descender por una ladera. Y, sobre todo, nos darán seguridad y confianza en nosotros mismos. Por eso, aunque hay quien piensa que las clases colectivas y cursillos pueden ser más divertidos, lo ideal es que, al menos los primeros contactos con la nieve, sean con un profesor particular. A partir de aquí, el resto solo depende de las ganas de aprender de cada uno.
¿Esquí o snow para empezar?
¿Y si hablamos de snow? Evidentemente, por una cuestión práctica, parece más sencillo aprender a esquiar que a subirse a una tabla, salvo que se tenga experiencia previa en otros deportes, como el surf o el skate. Sin embargo, aquí hay opiniones para todo y depende de la experiencia de cada uno. Lo que sí es cierto es que si un niño puede empezar a esquiar desde los cuatro años, para practicar snow se suelen recomendar los siete. Simplemente, por el desarrollo de las capacidades motrices. Si se trata de adultos, al igual que en el esquí, solo se necesitan ganas y entrenamiento para convertirse en el amo de la pista.
Para finalizar, a la hora de aprender a esquiar, tanto en el caso de niños como de adultos, es imprescindible conocer y respetar las normas FIS. Sin duda, suponen la mejor garantía para disfrutar de una práctica deportiva segura y responsable.
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