En la temporada pasada, Austria se proclamó el país donde se venden más forfait de todo el mundo, superando a Estados Unidos y Francia, que hasta la pasada temporada eran los países que se repartían ese logro. Este dato no viene de casualidad, es la recompensa al esfuerzo y a las continuas inversiones que el país ha realizado en los últimos años para mejorar sus instalaciones.
Sobre todo las inversiones van enfocadas a todos los remontes de las pistas, ya no sólo con el concepto de crear más y ampliar la red de remontes, sino de ir actualizándolos por remontes más modernos y funcionales. Cada vez que se renueva un remonte, se procura que el nuevo cuente con todos los sistemas y tecnología punta del momento.
Algunas estaciones como Kitzbühel o Ischgl solo conocen ultramodernos remontes a la hora de renovarlos. Esto ha atraído una gran cantidad de esquiadores extranjeros. El principal mercado son los alemanes (42%), muchos de ellos llegan en coche atravesando la frontera, pero los británicos también son un cliente importante porque además gasta mucho. Holandeses (10%) y hasta suizos completan su parrilla de principales países importadores, sin obviar lógicamente los propios austriacos (26%).
«Para ganar hay que gastar» decía alguien, y los austriacos tomaron buena nota. A partir del año 2000 hicieron un notable salto en inversiones, con un ritmo que no ha bajado desde entonces. Este año alcanzan por primera vez la friolera de 600 millones de euros. Claro que en Austria hay más de 20.000 kilómetros de pistas y cerca de 2.900 remontes, lo que explica también que cuando gasten, sean de los que más.
De esos 600 millones de euros, en la innovación de los remontes se han gastado 261 millones, en la producción de nieve de manera artificial 114 millones y los últimos 225 millones se han invertido en todo lo que rodea a una estación de esquí para completar la experiencia de los clientes con los mejores restaurantes y lugares de ocio.
Cómo hemos hablado en artículos anteriores, la creación de nieve artificial es uno de los mayores avances de la época, en Austria se calcula que más de dos tercios de sus pistas ya cuentan con cañones de nieve artificial y en algunas ese porcentaje ya sube al 100% de la nieve esquiable.
