Andorra es nieve, shopping, termalismo y gastronomía. Pero también es el lugar idóneo para vivir el verano de una forma diferente

. Las posibilidades del Principado no se limitan a su inmenso potencial turístico en invierno. Al contrario; cuando termina el frío, se abren las puertas de un mundo lleno de posibilidades; a veces, desconocido, pero cada vez más apreciado. Andorra es un destino de contrastes.

A caballo entre España y Francia, este pequeño estado soberano se convierte en una caja de sorpresas cuando llega el verano. Miles de personas pasan cada año por su territorio, atraídas por los numerosos reclamos de un lugar creado para el turismo. De hecho, esta actividad, junto con el comercio, se revela como el gran pilar sobre el que se asienta la economía andorrana. Cabe destacar que sólo en el Principado los establecimientos hosteleros (entre alojamientos y restauración) superan el millar, con más de 34.000 plazas hoteleras. La oferta es muy variada y se pueden encontrar planes muy interesantes (https://www.planesqui.com/Oferta/HOTEL-3-EN-ANDORRA-CON-ENTRADA-A-CALDEA-Y-CIRCO-DEL-SOL-OFCALSOL-1394)

Andorra ofrece una gran oferta de actividades en verano

A estas alturas del año, la nieve de las estaciones de esquí deja paso a una amplia y cuidada oferta de actividades, dirigidas a todos los púbicos y al alcance de todos los bolsillos. Desde vuelos en helicóptero hasta consolidados circuitos de senderismo o BTT, forman el catálogo de cosas por hacer en Andorra. Golf, karting, paintball, patinaje, parques de aventura,… la oferta es interminable. El Pirineo es un recurso inagotable de cara a organizar buenos planes, y Naturlandia, por ejemplo, es una buena elección para disfrutar de unas vacaciones en familia. Está situado en Sant Julià de Lòria, a 2.000 metros sobre el mar, y sus posibilidades son infinitas.

Allí se encuentra el Tobotronc, que es el tobogán alpino más largo del mundo. Sus 5,3 kilómetros y sus 400 metros de desnivel lo convierten en una atracción única. La tirolina de Grandvalira, de 550 metros y a 40 metros de altitud, es otra opción para disfrutar la montaña en la agenda estival. Y la impresionante pasarela del Mirador Roc del Quer merece, sin duda una visita. En el plano deportivo, Andorra celebra este año la décima edición de su Ultra Trail Vallnord, un reto sólo apto para los más fuertes (http://www.andorraultratrail.com)

Andorra cuenta con una gran tradición en termalismo

Por otra parte, el termalismo también cuenta con una tradición importante en Andorra. ¿Qué mejor que una sesión de spa después de un  agotador día de aventuras? En este apartado, es fundamental la referencia a Caldea. Pero también hay que tener en cuenta que los establecimientos hoteleros de la zona son conscientes de la importancia de este reclamo y han desarrollado un interesante mapa de salud integral que es más que recomendable.

Pero no todo va a ser naturaleza. Andorra también es espectáculo. El Cirque du Soleil presenta esta temporada Diva, que rinde homenaje a los grandes nombres de la canción con una interesante combinación de música y acrobacias. Y enlazando con el plano cultural, tampoco se puede dejar de visitar su patrimonio museístico: motos, miniaturas, el mundo rural o el toque Thyssen tienen un hueco en la oferta andorrana.

Para terminar, la gastronomía es otra buena razón para visitar Andorra en verano. Una amplia oferta enoturística y una gastronomía de primera línea convierten este destino en un placer para los sentidos. De nuevo, una oferta de contrastes, donde se puede encontrar la mejor cocina internacional y donde no hay que perderse los restaurantes de los pueblos de montaña más auténticos.

En definitiva, Andorra lo tiene todo. También en verano (http://visitandorra.com/es/). Un lugar para divertirse, descansar, descubrir un gran patrimonio artístico y cultural y acceder a la mejor cocina del mundo. Un país de contrastes.