jueves, marzo 28, 2024
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Las estaciones de esquí más exóticas: huyendo de la rutina

Estaciones y centros invernales peculiares para vivir una experiencia única desde otra perspectiva

Estaciones de esquí exóticas, peculiares, diferentes. El sueño de todo amante de la nieve. Es un hecho que no todas las estaciones de esquí son iguales. Las prestaciones, los servicios, la calidad y la cantidad son importantes. Parámetros que hay que tener en cuenta si lo que se desea es tener garantizado el éxito en la elección. Pero cuando se quiere más, es necesario huir de la rutina y las ofertas tradicionales y dar un paso adelante. ¿Qué tal un destino exótico o peculiar? ¿Con cierto aire de nostalgia o, incluso, con cierto morbo? Aunque parezca una utopía, estas estaciones existen. Y son más accesibles de lo que parece.

ESTACIONES EXÓTICAS. La ONU vigila el Mounte Hermon

La lista de las estaciones extrañas no es limitada. Actualmente, es posible esquiar o practicar otros deportes de invierno en lugares como Corea del Norte, Oriente Medio o Marruecos. Precisamente, en Corea, Masik Pass es una propuesta joven, pero exótica, cuando menos. Shemshak, en Irán, es un complejo interesante que no carece de atractivos, a pocos kilómetros de Teherán y concebido para una sociedad regida por el Islam, con todo lo que ello conlleva. En Marruecos, instalaciones obsoletas que devuelven al esquiador a los años 60 en España, Oukaïmeden es lugar de culto.

Hoy en día se puede esquiar en lugares inimaginables

Pero no son las únicas posibilidades de introducirse en ese mundo diferente de las estaciones raras del mundo. O, al menos, de las menos comunes. Bien por las curiosidades que se pueden encontrar en sus instalaciones, bien por el lugar en el que se encuentran.

En el Monte Hermón, a caballo entre Israel, Líbano y Siria, es posible practicar deportes de invierno en una zona custodiada desde hace años por los cascos azules de la ONU(http://(https://www.youtube.com/watch?v=Jr92-UzeKw0)). Heydan One Dubai es la pista indoor más grande del mundo, contradictoriamente, construida en mitad del desierto. Y en Mongolia se encuentra la que puede ser una de las estaciones más exóticas del mundo.  Terelj Ski Resort es algo pequeña, algo cara, pero, sin duda, diferente.

Hoy en día, esquiar en lugares inimaginables hasta hace relativamente poco tiempo es un hecho. Se puede disfrutar de la nieve en Sudáfrica (por ejemplo, en la estación de Tiffindell). En Argelia, Chréa y Tikjda fueron muy frecuentadas durante un tiempo, hasta que la guerra civil terminó con las instalaciones. Actualmente, se están recuperando, después que sus antiguos clientes siguieran accediendo a pie a las antiguas pistas arrasadas. Su única recompensa -con suerte- era la de alguna bajada en lugares cuyos días de esplendor quedan para la memoria.

El lado opuesto: elitismo y glamour

El lado opuesto viene de la mano de las estaciones suizas de Zermatt y Saas Fee. A nadie se le escapa que ambas son símbolos de elitismo y glamour y Europa. En Zermatt, ha acampado el progreso sostenible, hasta el punto de que en este pueblo de cuento, junto al monte Cervino, no está permitido circular en coches que no sean eléctricos.

ESTACIONES EXÓTICAS. Unas vistas como las de James Bond.

Saas Fee, por su parte, es la estación con más de todo: alberga el restaurante giratorio más alto del mundo. Nada menos que situado a 3.500 metros de altitud (no apto para cardiacos). También presenta la gruta de hielo más grande del globo. Un funicular subterráneo y una gran montaña rusa son otros de sus atractivos si se busca algo más. Y hablando de restaurantes curiosos en estaciones peculiares, en la lista no puede faltar Murren, el pueblo peatonal que da acceso al famoso Schilthorm, que hiciera archiconocido James Bond (https://www.myswitzerland.com/es/schilthorn-james-bond-agente-007.html)

Esquiar entre volcanes

Si la emoción fuera poca, los más intrépidos pueden optar por Sicilia, donde se puede esquiar junto al mítico Etna. Eso sí, teniendo muy en cuenta las predicciones y siendo consciente de la posibilidad de que se puede ser testigo de una erupción. Y a la lista habría que añadir Eryciyes-Zumrut, la estación turca del extinto volcán del mismo nombre.

El repaso por estaciones exóticas y peculiares es mucho más extenso. Basta con analizar las preferencias de cada uno para incluir decenas de nombres que, seguramente, tienen algo de especial. Pero, para ir cerrando esta pequeña relación, es preciso nombrar Hintertux, en Austria. Es uno de los pocos países europeos donde hay una estación abierta y practicable durante los 365 días al año. Y en la otra punta del mundo, merece mención especial el chileno Valle Nevado, a cuyo pie de pistas se accede a través de unas curiosas escaleras mecánicas.

En definitiva, un mapa con interminables opciones se busca el exotismo, la peculiaridad o el toque diferente. Aunque algunas veces haya que renunciar a los últimos avances, los enclaves y las posibilidades de estas estaciones invitan, como mínimo, a probarlas una vez en la vida.

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