Si en el anterior post os introducíamos en las modalidades de botas de snowboard, en éste supondremos que ya habéis conseguido el calzado que mejor se adapta a vosotros. ¿Listos para estrenar botas?
El siguiente punto es cómo tratar de que una vez en la montaña no resulten nada incómodas y nos permitan total libertad de movimientos. Os dejo con unos sencillos, rápidos e intuitivos consejos que no debemos de olvidar:
1. Como la mayoría de los calzados sucede, es bueno ponerse las botas en casa para ir cediéndolas a nuestro pie. Si sientes que te aprietan, una buena solución (o al menos temporal y la más asequible) es quitar la plantilla del interior. Si aún las molestias no ceden, infórmate de si tus botas son termodeformables y aplicando calor puedas conseguir mayor holgura, quizás necesites deformar la carcasa.
2. No aprietes la bota al máximo. Basta con que sientas seguridad y facilidad de movimiento.
3. Para mayor comodidad, puedes hacerte con plantillas de gel, eva o poron.
¿Crees que ninguno de éstos puntos te sirve de ayuda? Como siempre, cada caso es un mundo, diríjete a tiendas profesionales que puedan aconsejarte viendo tu caso en concreto.